La importancia del carbón activo en nuestro filtro de agua

¿Qué es lo que hace que el agua, por un lado, pueda ser un poderoso remedio y, por el otro, una sustancia nociva?

Durante los primeros meses de vida, el ser humano vive protegido flotando en el líquido amniótico del útero. Incluso después, el agua sigue siendo el componente principal del cuerpo humano a lo largo de toda su vida. El cerebro incluso contiene un 10% más de agua que el resto del cuerpo. Es de suponer que en el organismo humano no hay nada que pueda considerarse superfluo. La pérdida de una cierta cantidad de agua en nuestro cuerpo es suficiente para morir de sed.

La ciencia parte de la base de que el 80% de las enfermedades se transmiten por el agua. La investigación hídrica más extensa e intensiva de los tiempos modernos se llevó a cabo en los años 80 del siglo pasado por científicos rusos. En aquel momento, se introdujeron los conceptos de agua muerta y agua viva. Se admitió que el agua puede albergar fuerzas saludables cargadas de energía, y que también puede existir un agua que puede ocasionar la muerte, simplemente debido a su estructura.

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Como obtener agua viva y estructurada

Que el agua contiene iones positivos y negativos es un conocimiento reconocido. Los iones negativos suprimen los procesos inflamatorios en el cuerpo. Por el contrario, los iones cargados positivamente activan los procesos inflamatorios. Ya en aquella época, la investigación rusa presentó la increíble hipótesis que considera que la razón de las propiedades terapéuticas del agua radica en la capacidad de modificar su carga eléctrica. Por consiguiente, puede comportarse como un oxidante o como un antioxidante. Puede asimilar electrones y también puede cederlos. Estas fuerzas no pueden ser influenciadas por ningún tipo de filtración. El valor de medida para ello es el potencial de oxidación-reducción, o valor ORP, en milivoltios.

Cuanta mayor facilidad tenga el agua para ceder sus electrones, mejor será para el organismo. Se forman iones negativos. Este agua presenta una tensión negativa con milivoltios en el rango negativo, es decir, por debajo de cero, lo cual acelera los procesos curativos y aporta energía vital porque es un fuerte antioxidante. El potencial redox normal del plasma sanguíneo humano se sitúa en torno a -100  mV. Es saludable beber un agua cuyos parámetros se encuentren aproximadamente en ese mismo rango. Sin embargo, el agua potable que solemos beber hoy en día en el mejor de los casos tiene alrededor de +150  mV. Y, con frecuencia, es incluso muy superior, por lo que solo por este motivo ya debería clasificarse como nocivo para la salud. La energía del agua tiene influencia en todo lo que ingerimos.

El agua ácida elimina electrones. Su potencial oxidativo es de +800  mV o superior. Por consiguiente, el agua también puede ser un fuerte oxidante. Siempre que un agua con +800  mV actúa sobre virus o bacterias, estos se oxidan y mueren inmediatamente. Por lo tanto, no debe subestimarse que incluso el agua ácida tenga estas cualidades a partir de cierto valor de mV. El agua verdaderamente ácida es un excelente antiséptico y desinfectante. Por lo que también tiene efectos positivos sobre la salud.

El agua que utilizamos a diario hace tiempo que ya no presenta fuerzas vitales saludables debido al exceso de contaminantes y a los productos químicos desinfectantes y sus efectos potenciadores. De ahí la importancia eliminar las sustancias nocivas del agua, de lo contrario, los contaminantes siguen actuando dentro del cuerpo humano donde permanecen activos. Es muy importante darse cuenta de que el agua con fuerzas vitales puede apoyar los procesos de curación.

Para eliminar las sustancias nocivas del agua, no hay nada como el carbón activo. En su forma pura es una sustancia natural y al mismo tiempo muy potente por su gran fuerza de succión.

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Existe una historia del año 1831, según la cual un profesor francés de medicina ingirió delante de sus colegas una dosis de estricnina con carbón activo y sobrevivió. Este médico aventurero demostró en carne propia la enorme capacidad de adsorción del carbón activo a base de cáscara de coco. El producto más conocido de este carbón activo particularmente bueno a base de cáscara de coco sigue siendo la pastilla de carbón contra los trastornos gastrointestinales y para desintoxicar.

El agua de ósmosis, por  ejemplo, apenas tiene fuerzas vitales. El 90% de todos los aparatos de ósmosis filtran en profundidad, pero también destruyen ampliamente cualquier fuerza vital presente en el agua. Esto sucede en mayor medida al aplicar radiación UV o al destilar el agua. En determinados casos, esto ciertamente puede ser necesario. Pero, volver a introducir las fuerzas vitales en el agua requiere un gran esfuerzo y elevados costes. Esto no se consigue simplemente con una agradable sonrisa, la imposición de manos o mediante un cristal de cuarzo.

La fuerza de succión atrae a los poros todas las toxinas cargadas positivamente, productos químicos, medicamentos, sustancias olorosas y otros tipos de contaminación. Incluso la industria cosmética ha descubierto esta sustancia hace ya algún tiempo y aprovecha el efecto desintoxicante del carbón activo de coco en champús, pasta de dientes, jabones y cremas anti edad. 

Hace algún tiempo, han salido al mercado en EE. UU. los “black smoothies”, que se han hecho muy populares para la desintoxicación, debido a su alto contenido en carbón activo, que es el que le da el nombre.

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Entonces, la mejor filtración sigue siendo la filtración mediante filtros de agua de carbón bloque de poros finos. Es posible que, en determinados casos, sea necesario un filtro de agua doméstico o la conexión de varios cartuchos en serie. Pero, en cualquier caso, se trata del método más seguro para mantener en el agua las frecuencias básicas naturales. La potente fuerza de adsorción de la cáscara de coco activada elimina de forma óptima los contaminantes por atracción y aumenta sustancialmente el contenido de oxígeno en el agua. Es normal que esta potente fuerza de adsorción se pierda después de algunos meses, debido a que los poros se van cubriendo con los contaminantes filtrados. De ahí que sea necesario reemplazar los filtros de carbón con cierta frecuencia.


No obstante, si se hace con regularidad, apenas existe una filtración mejor, más natural y que mejore el sabor del agua, que la filtración con los filtros de agua de carbón en bloque de Carbonit®. Estos cartuchos con poros extrafinos se fabrican según una patente de la misma empresa, sin adhesivos y sin material de relleno.

Marion Kuprat